Una consulta frecuente en el ámbito del derecho civil es si es posible recuperar un inmueble cuando quien lo ocupa es un familiar, un coheredero o un copropietario que no paga renta ni tiene contrato alguno. Esta situación se conoce como precario y da lugar a una acción específica: el desahucio por precario.
El precario se da cuando una persona ocupa un inmueble (normalmente una vivienda o un local) sin título legal válido ni contraprestación económica, generalmente por mera tolerancia del titular. El precario es muy habitual en casos como hijos que, con o sin su familia, habitan una vivienda cedida por los padres, exparejas que permanecen en la vivienda común o privativa del ex tras una ruptura, o hermanos o primos que heredan conjuntamente y alguno de ellos usa en exclusiva un inmueble que forma parte de esa herencia sin tener un contrato acordado con los coherederos.
La acción de desahucio por precario permite recuperar la posesión incluso cuando existió una cesión inicial por razones familiares o de necesidad.
Hay que tener en cuenta que para prospere es necesario que quien reclama tenga un derecho legítimo sobre el inmueble, que el ocupante no disponga de un título legal que justifique su permanencia y que previamente se le haya requerido el desalojo sin éxito. Aunque el ocupante alegue haber recibido un permiso verbal o una autorización sin plazo, los tribunales exigen la existencia de un título válido, eficaz y vigente. El vínculo afectivo o la situación de necesidad no impiden ejercer el derecho a recuperar la posesión.
Cuando en el inmueble residen menores, los juzgados pueden modular el momento del lanzamiento o los plazos de ejecución, atendiendo al interés superior del menor, pero ello no impide que el propietario ejerza su derecho. En cualquier caso, conviene valorar si existe algún contrato de comodato, pacto verbal o circunstancia que pueda otorgar legitimidad a la ocupación, ya que no siempre es posible obtener el desalojo inmediato.
Cada situación tiene sus particularidades y requiere un análisis riguroso. Tanto si se desea recuperar una vivienda como si se pretende conservar su uso frente a una reclamación, es esencial conocer el marco legal aplicable y definir la estrategia adecuada.
Como profesional especializada en derecho civil, ofrezco asesoramiento personalizado para evaluar la viabilidad de su caso, ya sea para ejercitar una acción de desahucio o para oponerse a ella con garantías.